OSHO URUGUAY: SWAMI SANGIT
El viaje es eterno. Claro que lo es! De que otra
forma podría ser?
Recuerdo en mi etapa preadolescente, a los 9 o 10
años, haber leído ‘Siddharta’, de Hermann Hesse.La novela relata la búsqueda
interna que realiza Siddharta para alcanzar la sabiduría, la unidad, y nos
muestra de forma introspectiva y para aquel momento de un modo muy original su
viaje a través de esta película que llamamos vida. En ella lo vemos moviéndose
desde la más sublime espiritualidad a la más descarnada sensualidad. Y al
final, claro, iluminándose.
Pues bien, pocos años después me encontré,en 1984,
como parte de mi propia travesía, caminando entusiasmado a través de las
polvorosas y aromáticas calles de Poona, India, atravesando la “puerta sin
puerta” de entrada al ashram de Osho.
Pero esta vez no era un viaje de renuncia, como el
de Siddharta, sino un viaje de celebración, expansión, aceptación incondicional
y profunda dicha, mano a mano con el maestro, en una caravana perpetua con la
gente de su comunidad, mis hermanos, mis compañeros de camino. Se podrían
escribir volúmenes relatando cada minuto cargado de amor y experiencias de esos
tiempos… y de todos los que luego vendrían.
Y mientras Osho revolucionaba la espiritualidad
moderna desempolvando viejas tradiciones y sistemas y dándoles un nuevo brillo
para ser utilizados por la humanidad moderna, yo saltaba de cabeza a ese río
vertiginoso en el que sólo podía entregarme y dejarme llevar, la corriente sin
fin de la vida, mi vida.
Además de los discursos, las meditaciones, y el día
a día, se me dio la oportunidad de participar durante años de los más diversos
grupos terapéuticos, de creatividad, sanación y de Tantra, donde de forma
puramente existencial la transformación sucedía por dentro en todos los niveles.
Hipnosis, PNL, tantra, trabajo emocional profundo, bioenergética, meditaciones
dinámicas y una miríada de otras técnicas y vivencias pasaron a formar parte de
mi inventario de vida, de aquello que hoy intento compartir en los grupos,
cursos y sesiones.
Todo apuntalando una nueva forma de ser y estar
(Zorba el Buda lo llamó el master), asentados permanentemente en el aquí y
ahora y atravesando el torbellino de la vida integrando la dualidad hacia
espacios más y más profundos de felicidad. Eternamente!
La vision tántrica de Osho, llamada por él
Neo-Tantra, le valió el reconocimiento mundial y también la persecución de
todos aquellos que aferrados a los viejos modelos e incapaces de soltar su
apego al sufrimiento, la represión y la desdicha, se encargaron de difamarlo y,
finalmente, de matarlo, como si con ese acto pueril de envenenarlo a largo
plazo y quitarle el cuerpo pudieran detener esta imparable revolución.
Y todo porque nos ayudó a comprobar que para
conocer la unidad no necesitábamos renunciar a la vida, las relaciones, al amor
o al sexo!
En uno de sus satsangs él comentaba con genial
simpleza que la inconsciencia no tiene principio pero tiene fin, y la
consciencia tiene principio pero no tiene fin. Y como no tiene fin, tenemos
siempre la sensación de estar al principio.
Y así es que más de dos décadas después me
encuentro compartiendo mi experiencia y mi trabajo con aquellos buscadores
motivados por la necesidad de navegar sus vidas en todo su radiante esplendor,
con todo su arco iris de dimensiones, sin miedo, sin culpa…
…y sigo con la alegre sensación, una vez más,
perpetuamente, de estar siempre al principio.
Este conocimiento y todo lo que surge de estos
encuentros están dedicados a quienes posan sus ojos sobre esta tierra con una
mirada diferente y la caminan con el único intento de dibujar su vida con mayor
responsabilidad y sabiduría, con mayor presencia y una visión del corazón,
dejando el planeta aún mas bello de lo que lo encontraron .
Para ellos he desarrollado una serie de eventos, grupos,
meditaciones, charlas y celebraciones.
Te invito a que participes de esto. La eterna
caravana continúa….