El Padre de OSHO
DEVATEERTH BHARTI
Durante una inusual entrevista en los años setenta,
el padre de Osho le cuenta a Sarjano sobre la infancia del "pequeño
Mohan" y cómo fue que él tomó sanniás.
Devateerth Bharti tiene la expresión inocente y
adusta de un campesino mediterráneo. Cuando es inocente, se ve como un niño
napolitano precozmente envejecido, y cuando está adusto se ve como un ícono
bizantino.
Se levanta todas las mañanas a las 4 en punto, y
medita solo y en silencio hasta las siete. Para moverse se apoya de un bastón,
a pesar de que su cuerpo se ve todavía muy ligero, como el cuerpo de un
muchacho.
A veces tengo la idea de que el peso que lleva y
que lo fuerza a usar un bastón, ¡es la carga de tener semejante hijo!
El misterio de su relación con su hijo siempre me
ha sorprendido mucho, porque él nunca habla de ello, no lo menciona; tampoco ha
reclamado derechos especiales. Aparece todas las mañanas junto con su esposa y
sus hijos en el discurso del Maestro, donde siempre se sienta por la fila 15,
nunca tan cerca, ni tan lejos, y se sienta ahí totalmente inmóvil, sin jamás
cambiar de expresión, a lo sumo inclina la cabeza por un momento, hasta que el
Maestro deja de hablar.
Hay algo indiferente y trágico en su námaste hacia
el hijo en el momento en que se retira al final del discurso; se levanta
lentamente y regresa a la Casa de Francis, donde vive junto con toda su
familia.
La familia, que incluye a primos, sobrinos, y una
variedad de otros familiares, crea una pequeña y pintoresca tribu dentro del
ashram. Ellos tienen su propia cocina, desde donde en todo momento el aroma del
té, mezclado con el olor del chapatis, por lo que el lugar parece una isla
antigua y pastoril en medio de la tendencia cosmopolita y tecnológica de la
comuna.
Por lo tanto, su vida funciona de una manera
patriarcal y rural: la primera posición de la mesa del comedor le pertenece, y
la primera palabra es su derecho, a pesar de que nunca ejerce este privilegio;
si realmente tiene que responder a alguien, a menudo se limita a una sonrisa o
a una mirada silenciosa.
Los padres de Osho
Todas las tardes, justo antes de la puesta de sol,
se va a dar un largo paseo entre los árboles de Koregaon Park, usualmente en
compañía de unos pocos miembros de su familia. Como todo lo demás, este paseo
también lo hace en absoluto silencio, y cuando se encuentra con algunos
sanniasins indios, él se dirige a ellos con un námaste en silencio mientras que
la mayoría de la gente se inclinan humildemente a tocar sus pies, homenaje que
él recibe sin inmutarse, como si todas estas manifestaciones no estuvieran
dirigidas particularmente a él.
Después de la caminata, la familia entera se reúne
hasta la hora de la cena para escuchar música india, o para bailar algunos
kirtans en el amplio salón de la casa, el cual se transforma en una habitación
llena de gente durante la noche.
Si algún sannyasin occidental llega a la puerta por
curiosidad o porque se siente atraído por la música, siempre es Devateerth
quien invita con una sonrisa que él o ella entre y participe en los bailes. La
capacidad de los sanniasins indios de abandonarse a sí mismos al baile hasta
llegar a un estado de éxtasis es casi único y extraordinario, y miran con una
mezcla de curiosidad y compasión a aquellos occidentales que se aventuran en el
baile con algunos pasos de discoteca y un gran control mental.
Después de la cena, siempre compuesta de arroz y
lentejas, junto con algunos chapatis y un poco de Bhaji, la tribu fija una
docena de colchones en el salón y todo el mundo se va a dormir.
Me fue muy vergonzoso el preguntar a Osho si podría
entrevistar a sus padres, pero su respuesta fue, como siempre, firme:
"Puedes hacer lo que quieras, no hay necesidad de preguntarme... ¡y
llévate a Maitreya contigo como tu traductora!"
Y así es como, lleno de curiosidad y asombro y un
montón de emociones, que un día me encontré al frente de la puerta de Francis
House con Maitreya, una antigua escritora india y ex miembro del parlamento,
que el Maestro me la había sugerido como intérprete, puesto que sus padres
solamente hablan Hindi y Marathi. Una vez en frente de ellos, soy capturado por
una emoción incontenible, ya que estas dos personas, más allá de la iconografía
popular y las indistintas imágenes creadas por las películas o los carteles
religiosos, se ven como José y María debieron haberse parecido, con la
diferencia de que estos últimos nunca reconocieron la iluminación de su hijo,
ni jamás se volvieron sus discípulos.
Están sentándose al frente de mí en silencio;
emanan una inmensa paz sin ninguna clase de preguntas y respuestas, lo cual me
avergüenza aún más, hasta el punto que ahora todas mis preguntas y toda mi
curiosidad parecen muy ridículas. Frente a esta gracia no sé ya desde dónde
empezar, el silencio es tan intenso y dulce, tan lleno de significados y
respuestas secretas que nunca seré capaz de revelar... y es tan difícil romper
este silencio.
Dice él: "Nuestro pequeño Mohan (nombre
original de Osho) fue un niño totalmente normal, como todos los demás, y no
había nada extraordinario en él, nada fuera de un comportamiento normal para un
niño de esa edad. Hasta la edad de siete años estuvo viviendo con su abuelo,
quien era un hombre rico, pero después de su muerte vino a quedarse con
nosotros, y empezamos a proporcionarle personalmente con algo de educación, y a
enseñarle cómo leer y escribir. Incluso en esto era un niño normal, no era
particularmente un genio, quizás sólo un poco más dinámico que los demás niños,
más inquieto, lo cual parece estaba creando problemas con nuestros vecinos... o
al menos esto es lo que decían.
En casa nunca creaba ningún problema, y a menudo no
notábamos su presencia, ya que era tan tranquilo y silencioso, pero afuera
¡debió haber sido una verdadera plaga! Para decirte la verdad, siempre había
algunas personas que llegaban a quejarse de él, diciendo que era un mal chico y
muy cruel también, porque siempre estaba argumentando con todos; peleaba con
otros niños, y se burlaba de todo el mundo en su cara, a menudo con alguna broma
pesada que solía llamarlo como 'mi trato especial', y encima de esto, hasta se
burlaba de las autoridades del pueblo, ¡de modo que finalmente volvía loco a
todo el mundo! Sin embargo, para nosotros todo esto nunca ocurrió, y siempre
estábamos sorprendidos de todas estas quejas.
Sólo imagínate que le he dado una paliza sólo una
vez en toda mi vida, y esto pasó porque él sólo tenía diez años y había
regresado en la mitad de la noche, sin siquiera informar a nadie. No le
pregunté dónde ha estado, pero le pegué porque nuestro pacto fue muy claro:
durante el día era libre de hacer cualquier cosa que le gustaba, pero antes de
la noche se suponía que debía volver a casa dentro de una determinada hora,
como cualquier otro niño jaina que se retira antes de que oscurezca.
P.: "Entiendo que la religión de la familia
era el Jainismo... ¿el pequeño Mohan fue respetuoso con la tradición?"
R.: Cuando era niño realmente no la practicaba,
pero tampoco criticaba la religión de la familia; incluso a veces nos
acompañaba al templo espontáneamente por su cuenta, pero siempre me pareció que
se aburría. Sin embargo, durante su año escolar se hizo cada vez más crítico
con respecto a todas las religiones, y fue muy influenciado por el comunismo,
empezando a utilizar palabras muy duras acerca de cualquier religión, incluido
el jainismo."
P.: "¿Sus críticas expresaban un auténtico
sentimiento religioso? ¿Una verdadera búsqueda por la verdad? ¿O venían de un
punto de vista marxista, como la 'religión es el opio del pueblo'?"
R.: "Eso es exactamente lo que decía, y todo
el tiempo, justo por eso mismo! Se había vuelto un marxista, pero se estaba
limitando a sí mismo a ser un teórico, un ávido estudiante de Marx, Lenin,
Hegel; pero creo que nunca se había convertido en un militante, también porque
nuestro pueblo no ofrecía mucho espacio para la política activa."
P.: "Estuviste decepcionado por la elección de
tu hijo, de su ser crítico hacia la religión? ¿solías juzgarlo negativamente,
como un rebelde de algún tipo?"
R.: "En aquel tiempo India aún estaba bajo el
dominio británico y toda nuestra familia era de espíritu nacionalista, por una
independencia revolucionaria, e incluso mi hermano fue a prisión por esta idea.
Por lo tanto, la política era un hecho común en nuestra familia, y eramos
personas de mente abierta, no una de esas familias ortodoxas, cerradas y
reaccionarias. Por lo tanto, su opción política no nos molestó en absoluto,
porque él ya era una persona muy rigurosa, de absoluta sinceridad, y era claro
para todos de que él sabía muy bien lo que estaba haciendo..."
P.: "Muchos jóvenes cuando dejaron sus hogares
para ir a la universidad tienden a separarse de sus familias, y a vivir por sus
propias cuentas. ¿Era también este el caso con el joven Osho?"
R.: "No, cuando él asistió a la universidad
siempre venía a vernos. Estaba profundamente unido a su familia, y nunca
expresó ningún deseo de separarse de nosotros; incluso cuando obtuvo su
doctorado y empezó a enseñar en lugares alejados, regularmente se embarcaba en
un largo viaje sólo para pasar algunos días con toda su familia. Nos mostró la
misma actitud respetuosa y cariñosa que tuvo en su infancia. Todos los veranos
venía a pasar sus vacaciones en su pueblo nativo, y siempre fueron encuentros
hermosos."
P.: "¿Cuándo empezó a darse cuenta de que
tenía un hijo que era un poco especial, por así decirlo?"
R.: "A lo largo de sus días en la universidad
pareció nos pareció perfectamente normal, a pesar de que haya mostrado ser muy
inteligente y brillante... habría sido imposible no notarlo, porque en aquellos
días de la India, los oradores eran muy solicitados, y por eso habían buenos
discursos públicos; era común tener algunos debates con dos oradores opuestos
el uno al otro, con el ganador escogido por aclamación abierta. Además, nuestro
hijo estaba ganando un debate tras otro, y había logrado una inmensa
reputación, ¡pero nunca pudimos haber imaginado lo que iba a seguir después!
"Teníamos ambiciones muy normales para él, que
se convirtiera en un buen abogado, o un profesor... pero luego, una vez que
obtuvo su doctorado en filosofía, regresó a casa y pasó cuatro meses
desempleado, hasta que un día, a través de algunos conocidos, fue invitado a
llevar a cabo una serie de conferencias en una gran universidad. Fue allí donde
se hizo evidente que sus discursos resultaran ser tan fascinantes, tan
embriagadores, que pronto el Aula Magna ya no era suficiente para contener a
todos los estudiantes y profesores que asistían a esas reuniones. En algún
momento se hizo necesario desplazar a toda la gente al aire libre, al patio de
la universidad, el cual siempre estaba lleno de gente incluso cuando llovía.
Para entonces los estudiantes y los profesores se postraban delante de él, como
si fuera un gurú de algún tipo, ¡y sólo tenía 25 años!
Todas nuestras preocupaciones con respecto a su
futuro desaparecieron completamente cuando el Ministro de Educación se reunió
con él, y le dijo cuánto lo sentía de que ese año en particular todos los
profesorados ya se hubieran anunciado, y si él quería enseñar en alguna universidad
tendría que esperar por el próximo año. Pero mi hijo le dijo que si un Ministro
era sincero con su elogio y realmente lo quería, podría encontrarle un trabajo
incluso al día siguiente; y así fue como obtuvo su primer trabajo. Pero como no
había nada más disponible, fue asignado como profesor de Sánscrito en el
Colegio Raipur, ¡a pesar de que fue galardonado en filosofía! He escuchado de
muchas personas que nunca antes se ha enseñado el sánscrito con una gran
profundidad y embelesamiento..."
P.: "¿Alguna vez le habló acerca de su
experiencia de la iluminación que ocurrió cuando tenía 21 años?"
R.: "No, ¡nunca me dio ninguna señal sobre
eso! Solo varios años más tarde llegué a saber que mi hijo había declarado
durante un discurso en Mumbai estar iluminado, y oímos eso mientras estábamos
cenando con un tío, quien estaba hablando de eso como uno de los rumores que
estaban circulando sobre Osho, ¡y ninguno de nosotros estábamos muy
interesados! Pasaron muchos años antes de que escuchara esta historia de nuevo,
pero en realidad sentí de que mi hijo ya no era mi hijo, de que había
trascendido su ser, y me di cuenta de eso sólo en el momento en que tomé
sanniás de él."
P.: "Cuando Osho empezó a tener discípulos en
Mumbai, iniciándolos al sanniás, ¿él todavía estaba en contacto con su familia?
¿Llegaste a saber sobre eso por él directamente?"
R.: "En realidad el empezó a dar sanniás en
Manali, en las faldas del Himalaya, y nos enteramos de eso a través de los
demás ya que nunca teníamos una oportunidad de visitarlo ahí. Sin embargo,
estábamos felices de saber que su movimiento espiritual estaba creciendo, que
los discípulos estaban llegando desde todas partes del mundo. Todo esto fue
para nosotros una fuente de gran felicidad... ¡a pesar de que aún no era claro
para nosotros lo que trataba todo esto! Y qué decir de mí, que he sido el
último miembro de la familia en pedir sanniás de mi hijo. Él nunca me invitó a
tomar sanniás, ya que nunca invitó a nadie de nuestra familia, y creo que a
nadie en el mundo; simplemente estaba en silencio para que cada uno de nosotros
llegara a estar listo, con nuestro propio tiempo e intención.
Mi esposa me había invitado muchas veces para que
tome sanniás de él, pero siempre solía responder que no estaba mentalmente
preparado para eso, incluso si a veces iba a escuchar sus discursos, ¡pero nada
más! Incluso participé en algunos de sus Campos de Medidtación, pero me tomó
más de dos años decidir por esta aventura, hasta que un día en 1975... Estaba
aquí en esta habitación, había luna llena en el cielo, y al amanecer estaba
sentado en meditación como de costumbre, cuando de pronto mi cuerpo empezó a
temblar y agitarse por sí mismo, y esto continuó por un par de horas.
Finalmente, cuando retomé los sentidos, mis hijos me preguntaron qué es lo que
estaba pasando, y les dije que lo que había estado esperando durante años me
acaba de estar sucediendo; alguien decidió informarle a Osho, y a pesar de que
solo eran las cuatro de la mañana, lo despertaron para decirle los sucesos más
recientes. Después de unos minutos apareció en mi cuarto, y me incliné ante él
y le toqué los pies... y Osho mismo se inclinó y tocó mis pie, así que de nuevo
me incliné y toqué sus pies una vez más, echándome a llorar sin control, y en
ese momento le pidió a Laxmi, su secretaria en aquel tiempo, para que le
entregara el mala, y una vez que tuvo el mala en sus manos lo colocó alrededor
de mi cuello como una corona de amor... y así es como me volví en un sanniasin.
Al día siguiente Osho me envió algunas túnicas
naranja por medio de mi hija Niklam, y mi nuevo nombre: 'Devateerth
Bharti'."
P.: "¿Aún tiene algún tipo de relación
personal con Osho?"
R.: "Ahora ese sentimiento ya no existe. Ahora
ya no hay ningún padre y ningún hijo. Ahora soy un discípulo y él es mi
Maestro."
Lee la entrevista de Sarjano con la madre de
Osho...
Fuente: http://www.oshonews.com/2010/11/devateerth-osho-father/