Osho: La verdadera religión surge de la riqueza
El hombre en Occidente ha triunfado al conseguir
toda la riqueza que la humanidad ha estado anhelando desde hace siglos.
Occidente ha triunfado materialmente haciéndose rico, pero ahora está aburrido
y cansado. El viaje le ha arrebatado todo su espíritu. El viaje ha terminado
con el hombre occidental. En el exterior dispone de todo lo que desea, pero ha
perdido todo contacto con el interior. Todo lo que necesita está a su
disposición, pero el hombre mismo ya no está ahí. Ahí están las posesiones,
pero el Maestro ha desaparecido; se ha producido un gran desequilibrio. La
riqueza está a su alcance, pero el hombre no se siente rico en absoluto; muy al
contrario, el hombre se siente empobrecido, muy pobre.
Entonces se produce la paradoja: cuando eres rico
externamente, sólo entonces, por contraste, te haces consciente de tu pobreza
interior: “Todo lo que nos propusimos, lo conseguimos -todas las fantasías y
deseos se han cumplido- y no nos han proporcionado nada, ni satisfacción
interna ni felicidad.” Cuando eres pobre exteriormente, no te haces consciente
de tu pobreza interior, porque no hay contraste. Y hace falta contraste.
Occidente está desconcertado. De esta situación
está surgiendo un gran deseo: cómo volver a entrar en contacto con uno mismo.
La meditación es volver a plantar tus raíces en tu mundo interno, en tu
interioridad. Por eso, Occidente se está interesando cada vez más y más en la
meditación.
Oriente también estuvo muy interesado en la
meditación cuando era rico. Por esta razón no estoy en contra de la riqueza, ni
veo que, en sí misma, la pobreza tenga ningún fondo espiritual. Estoy
totalmente en contra de la pobreza, porque si un país se empobrece, pierde todo
su contacto con la meditación, con todo su trabajo espiritual. Siempre que un
país se empobrece pierde su conciencia de pobreza interna.
Por eso en los rostros indios puedes ver una cierta
sensación de satisfacción que no se encuentra en occidente. No es una
satisfacción consciente, es sólo la falta de conciencia de su pobreza interna.
Los indios piensan: “Fíjate en la ansiedad y la angustia del hombre occidental.
Aunque nosotros somos pobres, por dentro estamos contentos”. Esto es una
falacia, no están contentos. Me he fijado en miles de personas, y no están
contentos. Pero si es cierto que tampoco son conscientes de su descontento,
para ser conscientes de ello hace falta contraste; riqueza externa. Sin las
riquezas exteriores nadie se hace consciente de su empobrecimiento interno. Hay
suficientes pruebas de ello.
Todos los avatares hindúes eran reyes o hijos de
reyes. Todos los Tirthankaras y Maestros jainistas eran reyes; igual que lo era
Buda. Tres grandes tradiciones de la India lo prueban sobradamente.
¿Por qué Buda se sintió descontento?, ¿por qué
empezó a buscar meditación? Porque era rico. Vivía en la abundancia, con todas
las comodidades y artilugios materiales. De repente se hizo consciente de que
tenía un agujero negro. La luz está en el exterior, por eso te enseña tu propia
oscuridad interna. Y eso fue lo que sucedió. Escapó del palacio. Lo mismo le
ocurrió a Mahavira; también escapó de un palacio. No se trataba de un mendigo,
no. En la época de Buda también había mendigos. De hecho, la historia es que
Buda renunció al mundo cuando vio por primera vez un mendigo, un anciano, un cadáver
y un sanyasin.
Me preguntas: ¿No eres tú el gurú de los ricos?. Lo
soy, porque sólo un hombre rico puede venir a mí. Pero cuando digo un hombre
rico me estoy refiriendo a uno que es muy pobre por dentro. Cuando digo un
hombre rico me estoy refiriendo a alguien que es rico en inteligencia; a
alguien que tiene todo lo que el mundo le puede dar y, aún así, se ha dado
cuenta de que no sirve de nada.
Sí, sólo una persona rica puede volverse religiosa.
No estoy diciendo que una persona pobre no pueda, pero es raro, excepcional. El
pobre sigue esperando. El pobre no ha conocido la riqueza, todavía no se ha
frustrado. ¿Cómo puede ir más allá de la riqueza si todavía no está frustrado?
A veces viene a mí un hombre pobre, pero viene buscando algo que yo no le puedo
dar. Quiere éxito. Su hijo no encuentra trabajo, su mujer está enferma o él
está perdiendo dinero en su negocio. Éstos son los síntomas de un hombre pobre,
alguien que está pidiendo cosas de este mundo.
Cuando viene una persona rica, con dinero, con
empleo, con una casa, con salud, con todo lo que uno puede tener. Pero, de
repente, se ha dado cuenta de que nada le satisface. Entonces comienza a buscar
a Dios. También, a veces, puede ser religioso un hombre pobre, pero para eso se
necesita tener mucha inteligencia. Si un hombre rico no es religioso, es
estúpido. Si un hombre pobre es religioso, es tremendamente inteligente. Si un
hombre pobre no es religioso, hay que perdonarlo. Si un hombre rico no es
religioso, su pecado es imperdonable. Es muy probable que use su riqueza y
poder para obtener más riqueza y poder, satisfacer fines egoístas y políticos,
engrandecer su egolatría, egocentrismo y egotismo, tener esclavos alrededor,
enorgullecerse de la opulencia, aperentar espiritualidad, control y saber todo
de todos, rendir culto a la pereza y no hacer nada por mejorar, y no enfocarse
en la meditación, la primera y última libertad.
Cuando la India era rica todo el mundo estaba
interesado en la meditación. Estaban destinados a pensar en la luna, en el más
allá, en lo interno. Ahora el país es tan pobre que ya no existe un contraste
entre lo interno y lo externo, ¡ambos son pobres!; existe una perfecta armonía.
Y por eso la gente se ha acostumbrado a pensar que la pobreza tiene algo de
espiritual. En India se rinde culto a la pobreza. Y yo no estoy a favor de
ningún tipo de pobreza. La pobreza no es espiritual, sino la causa de la
desaparición de la espiritualidad. Por eso soy tan criticado en mi país.
Me gustaría que todo el mundo se volviera tan
próspero como fuera posible, cuanto más próspera sea la gente, más espirituales
se volverán. Tendrán que hacerlo, no podrán evitarlo. Y sólo entonces surgirá
la verdadera satisfacción. Cuando puedes crear riqueza externa, y llega un
momento en que vuelve a ver armonía -la riqueza externa se encuentra con la
riqueza interna-, se produce una satisfacción real. Cuando la pobreza externa
se encuentra con la pobreza interna, la satisfacción es falsa.
Soy el gurú del hombre rico. Es absolutamente
cierto. Si no hubiera sido por tu dinero, no habrías estado aquí. Estás aquí
porque estás frustrado con tu dinero. Estás aquí porque estás frustrado con tu
éxito. Estás aquí porque estás frustrado con tu vida. Un mendigo no puede venir
porque todavía no está frustrado.
La religión es un lujo. Lo llamo el lujo supremo,
porque es el valor más alto. Cuando un hombre tiene hambre no se preocupa por
la música; no puede. Y si te pones a tocar el sitar delante de él, te matará.
Te dirá: “Me estás insultando. Tengo hambre y te pones a tocar el sitar; ¿es
este momento de tocar el sitar? ¡Dame de comer primero!, estoy tan hambriento
que no puedo entender la música.”
Cuando un hombre está satisfecho con su cuerpo,
tiene bastante para comer, tiene una buena casa para vivir, entonces empieza a
interesarse por la música y la poesía y la pintura y el arte. Entonces hace
aparición otro tipo de hambre. Surge el deseo de meditar, el deseo de rezar, un
hambre de Dios, un hambre de la verdad porque ahora sabes que hasta que no
conozcas el secreto más profundo de esta existencia nada te podrá satisfacer.
Has intentado todo lo demás y ha fracasado.”
Occidente se está interesando por la meditación
inevitablemente. Por eso, el cristianismo está perdiendo fuerza sobre la mente
occidental, porque el cristianismo no ha desarrollado en absoluto la ciencia de
la meditación. Se ha quedado en una religión mediocre; igual que el judaísmo.
Occidente era pobre cuando nacieron estas dos
religiones, esa es la razón. Hasta ahora Occidente había vivido en la pobreza.
Cuando Oriente era rico. El judaísmo, el cristianismo y el islam, las tres son
religiones no hinduistas y nacieron en la pobreza. No pudieron desarrollar
técnicas de meditación, no hacía falta. Se han quedado en religiones para
pobres. Ahora Occidente se ha enriquecido y existe una disparidad. Al rico le
parecen religiones infantiles y no le satisfacen. Las religiones orientales
nacieron en la riqueza, por eso ahora la mente occidental se está interesando
más por las religiones orientales. Sí, la religión de Buda está teniendo un
gran impacto; el zen se extiende como la pólvora. ¿Por qué?. Nacieron en la riqueza.
Hay una enorme similitud entre la psicología del
hombre contemporáneo y la psicología del budismo. Occidente se encuentra en el
mismo estado en el que estaba Buda cuando se interesó por la meditación. Era la
búsqueda de un hombre rico. Y sucede lo mismo con el hinduismo y con el
jainismo, tres grandes religiones nacidas de la prosperidad.
Oriente, sin embargo, está perdiendo contacto con
sus propias religiones. La India no se puede permitir entender a Buda siendo un
país tan pobre. De hecho, los pobres indios se están convirtiendo al
cristianismo. Estas religiones tienen un cierto atractivo para los pobres. Pero
no van a tener futuro, porque antes o después todo el mundo va a ser rico.
No alabo la pobreza, no tengo ningún respeto por la
pobreza. Al hombre hay que ofrecerle los dos tipos de riqueza. ¿Por qué no los
dos? La ciencia ha desarrollado la tecnología para hacerte rico externamente.
La religión ha desarrollado la tecnología para hacerte rico internamente: esto
es el yoga, el tantra, el taoismo, el sufismo… Estas son las tecnologías de lo
interno.